"EL CORRAL DE JOAQUINA", es el nombre asignado al Restaurante ubicado en un edificio singular situado en la segoviana Villa de Pedraza de la Sierra, en el que destaca el esgrafiado de sus muros exteriores.
Alzándose la Villa sobre un imponente y altivo risco pedregoso, destaca su único acceso para entrar: un arco morisco intercalado en la muralla que rodea la Villa. Todo en Pedraza nos habla de un esplendoroso y rico pasado, como su castillo, sus iglesias, la cárcel, incluso sus enormes caserones y palacios blasonados.
Los propios historiadores desconocen el momento en que nació la Villa, declarada Monumento Nacional por un Decreto en el año 1951. A pesar de esto, es indudable que Pedraza existió en la época prerromana, y bajo la dominación del Imperio fue cabeza de comarca en la época del Emperador Augusto. También se afirma por los historiadores que estas tierras fueron cuna del Emperador Trajano.
Su esplendor llegaría en el S.XVI, acrecentándose en el S.XVII (época en que los grandes hacendados inventaron su propia heráldica, pasando a ser nobles). Creció la riqueza entonces en torno a la cría de la oveja merina, cuya lana era en extremo solicitada para la industria textil segoviana, de fama en todo el Imperio de los Austrias.
Hoy toda su historia parece mirarnos desde cada una de sus piedras y hermosos balcones, mudos testigos ambos del nacimiento y devenir de uno de los más bellos rincones del mundo, que el hombre y la naturaleza hayan creado jamás.
La Cárcel de la Villa es un edificio medieval del siglo XIII y reconstruido en el XVI propiedad de la Comunidad de la Villa y Tierra de Pedraza que se abrió al público el 1 de Abril de 1994 gracias al esfuerzo de la Fundación Villa de Pedraza que actualmente lo gestiona y cuyos guías colaboradores se ocupan de mostrarla al público.
Podrá ver cómo era una mazmorra, los cepos para las manos y pies con que se sometía a los presos, la gran chimena con escudo de las dependencias del carcelero, las lóbregas mazmorras de los pisos bajos, y un largo etcétera a la vez que tendrá ocasión de hacerse una idea de cómo se desarrollaba la historia de la villa alrededor de ella.
Para más información y visitas: Fundación Villa de Pedraza
Es la quintaesencia de la villa. Una plaza castellana hasta la médula, que se ha ido formando poco a poco a lo lardo de los años. Irregular y algo destartalada, es una plaza hecha a retazos, con derribos aprovechados. Nadie la diseñó y es hermnosa, una de las plazas mayores más hermosas de España.
Dominada por la torre de la Iglesia de San Juan Bautista, columnas, piedras, puertas y balconadas se abrazan con tal armonía, que la contemplación de la plaza, puede provocar en el viajero la sensación de irrealidad.
Bonita plaza porticada, inspiración de numerosos cineastas y pintores, en la que el tiempo parece haberse estancado en la Edad Media. Oscura y solitaria a veces, alegre y taurina en otras ocasiones, la Plaza de la Villa, permanece impasible en su eterna belleza. Accediendo a ella desde la calle Real, no podemos dejar indiferente el "Balcón de Pilatos", situado aproximadamente en el centro de esta calle, y conocido vulgarmente como el "Balcón de Esquina". Es el ojo-vigía, que controla calladamente, desde hace siglos, el incesante llegar de los viajeros a la Villa.
El castillo es una fortaleza edificada en el S.XIII y reedificada en el XV. De ese siglo es la torre del homenje. Dentro del castillo, en la escalera que da paso al aljibe, se conserva el escudo de los Herrera, anteriores a los Fernández de Velasco. Los duques de Frías, Condestables de Castilla, volvieron a reformarlo en el S.XVI de donde data la estructura que actualmente se ve. A este castillo se vinculan sucesos históricos como la prisión de los hijos del rey Francisco I de Francia desde 1525 a 1529 y también alguna que otra leyenda.
En 1926, cuando lo adquirió el pintor Ignacio Zuloaga, el interior del castillo estaba arruinado. Restauró una de las torres, donde instaló un taller y pintó paisajes y retratos de las gente de Pedraza. Los herederos del artista han habilitado una segunda torre como Museo Zuloaga donde se exponen de forma rotatoria obras del pintor y en ocasiones algunas otras obras del patrimonio familiar como un "Cristo" del Greco, un retraro de "La Conedsa de Baena" de Goya, etc.
El museo, el patio de armas y el aljibe se pueden visitar en grupos guiados.
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